Negra Sombra. Relato Ganador II Concurso Relatos Poeta Antonio Fernández Morales año 2009
NEGRA SOMBRA
Cando
penso que te fuches,
Negra
sombra que me asombras,
o
pé dos meus cabezales
tornas
facéndome mofa
Hoy,
me he levantado temprano, como siempre que tengo que ir a trabajar. Delante del
espejo he descubierto una arruga más. Ésta es muy marcada. Se encuentra aquí
debajo, surcando el párpado inferior de mi ojo derecho. Ha venido a sumarse a
todas las demás, las pequeñitas que ya existían. Se nota a simple vista y si
frunzo mi mirada, aún se nota mucho más. He escuchado, o leído, que las arrugas
se forman por reír, no sé... Científicamente hablando, las arrugas se producen
por el paso del tiempo, por la pérdida de colágeno de la piel. Yo no conozco a
ese tal “colágeno”, en cualquier caso, estoy convencida de que esta arruga
representa la falta tuya. Entre sus pequeños vértices de piel se esconden las
horas, los días, los meses sin ti. Es su presencia en mi rostro la parte
palpable de la ausencia, el recordatorio visible de los pensamientos que muchas
veces me asedian. Ahora la arruga, tal como me pasa contigo, mejor dicho, con
tu recuerdo, no me dejará nunca. Aunque el recuerdo se ha visto adulterado, soy
consciente de ello. Adulterado por el paso del tiempo, por la pérdida de lo
denominado reciente. El tiempo todo lo transforma y más cuando de recuerdos se
trata. Lima aristas, pule superficies, difumina tonalidades. Sin embargo, sé
que sobre la arruga de mi rostro ejercerá el efecto contrario: endurecerá
aristas, mellará superficies, marcará aún más tonalidades.
Me
aplico maquillaje, queriendo borrar esa sombra, la sombra de una arruga
inesperada, la sombra de una ausencia, una negra, oscura sombra. Extender una
base de artificio sobre el rostro no es complicado. Lo difícil, lo imposible,
es hacer lo mismo sobre el corazón. Pero allá voy: un toque aquí, un toque allá
y el remate final, un sutil golpe de brocha impregnada en polvos compactos y ¡voila!, borrada la arruga, o mejor
dicho, sombreada, difuminada, al amparo de miradas extrañas.
Pongo
música de fondo. Me visto ya para salir. Trepo por las notas con mis dedos
mientras abrocho mi camisa y subo la cremallera de mi falda. Me escapo junto a
la música queriendo huir de la rutina del día que comienza. Pero no tengo
tiempo, así que me doy un toque de perfume y una última mirada en el espejo.
Sonrío, no, mejor no sonrío, porque nuevamente esta aquí, no tan marcada, pero
claramente dibujada. No puedo engañarme, al igual que no puedo engañar al
tiempo por mucho que la memoria se
empecine en ser selectiva. No puedo engañarme y pensar que se ha ido, que te
has ido. Así que como cada día, salgo de nuevo a la calle, camino hacia el
trabajo, hacia la vida visible. Camino con mi sombra, con mi nueva arruga, con
tu sombra a mi lado. Negra, oscura sombra...
En
todo estás e ti es todo,
Pra
min i en min mesma moras
nin
me abandonarás nunca,
sombra
que sempre me asombras
http://www.diariodeleon.es/noticias/bierzo/entrega-premios-antonio-fernandez-morales_428136.html
http://bierzocomarca.eu/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=2057
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