Bucear. Año 2010
Sumergirse
bajo el agua y bucear, con esa sensación de deslizarte suavemente, de apenas
pesar. El sonido del vacío envolviéndolo todo al igual que el agua, como un
traje de terciopelo acariciándonos sutilmente.
Cierra
los ojos. Momentos de dejadez, de miles de percepciones en las que lo único que
queda es abandonarse y dejar que nos arrastren. A veces nos transformamos en
meras sensaciones, meros impulsos, ramos de sentimientos agitados en el viento,
volando alrededor de nuestros pensamientos.
Pero
hay que emerger de nuevo a la superficie para coger aire y nuevamente volver a
sumergirse, porque allí abajo somos olvido,
nos transformamos tan sólo en instante, en momento...
Cada
poro de nuestra piel rezumando el dulce aroma de los sueños, dejándonos marchar
sin ninguna gana de volver, dejándonos ir simplemente en el sentir...
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