La levedad del Ser. Año 2009






Escuchando atenta la música que suena, y queriéndome precipitar junto con ella hacia un acantilado imaginario donde el mar rompiera,  hacer un bucle en el cielo, triple salto mortal en el aire a cámara lenta, y remontar el vuelo sin llegar a caer, suspendida del viento, volando por encima de las olas que salpican mi cara, sin sentir frío, ni calor, ni nada definido a nivel físico o sentimental, salvo la levedad del ser, la levedad de uno mismo, lejos de todo lo conocido, cerca de todo a lo que la música me arrastra.
Partículas mezcladas con las notas, con el paisaje, traspasadas por la luz del momento, fusionadas con los colores.

Cierro los ojos, escucho... quiero saltar.

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