Por fin. Julio 2015
Por
fin estoy contigo. Puedo abrazarte, besarte, acurrucarme en el hueco de tu
cuerpo y escapar de esta vida, que como un castillo de naipes, de forma
momentánea y meramente precaria, se mantiene en pie. Pero, aquí a tu lado, todo
puede ser. Porque tus manos no mienten, porque puedo abandonarme en el pozo
insondable de tus ojos y dejarme ir en el mero olvido.
Por
fin estás en mí, por fin tu sexo dentro de mí. No quiero más nada, y nada más
importa ya.
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