Ícaro. Diciembre 2012




Hay días en los que me levanto incapaz de escribir nada, pensando que las palabras no volverán a ponerse en orden, creyéndome incapaz de rescatar ningún brillo del ayer, de sacar ningún brillo del hoy.
Pero hay días, como este, en los que un remolino de gaviotas vuela alrededor mío, y yo, me creo un nuevo Ícaro, capaz de saltar y volar, capaz de escribir sin cesar.

Comentarios

Entradas populares