El desván. Mayo 2013
Los
recuerdos se acumulan en el particular desván de la memoria. Aquí una capa de
polvo los va cubriendo, ligera al principio, gruesa en el día de hoy.
Libros leídos, fotografías
que ya han perdido su brillo, instantes, momentos que lentamente se han ido
ajando, arrugando como esta piel ante el paso de los años. Ilusiones encuadernadas
dentro de álbumes de borrosas fechas. sueños escritos en cuartillas,
amarillentos y frágiles como los imaginarios pétalos de una rosa marchitada por
el tiempo. Hay también olores, y sabores, y también las letras de su nombre,
deshilachadas ya de tanto usarlas, de tanto llevarlas encima, de tanto tirar de
ellas para abajo y para arriba.
Diluidas en la tinta
de este bolígrafo se encuentran mis esperanzas, a través de estas palabras que
escribo exhorto a los demonios del pasado, quiero almacenarlos bien ordenados
en este desván, quiero dejar de ser un binomio de sombras, un dúo de voces, la
suya y la mía, flotando siempre en mi cabeza.
Lo vivido es lo que
somos, quizás yo sea para siempre él…
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