Tentación. Junio 2016
Corrió a casa, sabiendo la
palabra que quería buscar, sintiendo que aquello que había experimentado se
encontraba concentrado en aquella sucesión de fonemas.
Más allá del lado brillante,
existía el lado oscuro similar a una
melaza espesa y pegajosa que ya empezaba a discurrir por sus canales
cerebrales, impregnando todos y cada uno de sus pensamientos.
Abrió el diccionario y leyó
ávidamente: “tentación: solicitación al pecado inducida por el demonio”.
¿Hay salvación cuando no se ha
pasado del pensamiento, de la palabra? Sonrió, pensando que ya era tarde,
pensando que mañana no, la próxima semana no, pero la obra y la omisión
llegarían de manera tan cierta como que él se había erigido en su tentación.
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